Seguro que quién más o quién menos, todas tenéis unos cuantos días especiales marcados en el calendario en los que toca celebrar una boda, una comunión o un bautizo. No me equivoco, ¿verdad? Así que, con toda seguridad, muchas de vosotras también estaréis buscando y buscando los looks de invitada perfectos para deslumbrar sin que ello suponga dejaros una fortuna por el camino.
Como veis, no estáis solas en esto, así que hoy os traigo unos cuantos consejos que me funcionan a la hora de planificar mis looks BBC de temporada. ¡Y espero los vuestros!
- Dad un repaso a todas las tendencias de este año y elegid sólo con aquellas con la que creáis que os vais a sentir realmente cómodas. Yo, por ejemplo, me quedo con los vestidos con volantes y con los grandes escotes en la espalda, pero sé que no me sentiría cómoda con un pijama suit monocromo, por mucho que me encante verlo en las revistas.
- El protocolo, en su justa medida. La lista de lo que se puede o no se puede llevar (y cómo llevarlo) es tan larga que intentar seguirla a rajatabla puede provocarte más de un color de cabeza. Usa el sentido común: las normas, a veces, están para romperlas.
- Que los detalles marcan la diferencia es una verdad que se demuestra especialmente en los looks de fiesta. De nada sirve que tu vestido sea espectacular si tus accesorios, tu peinado y hasta tu perfume no están a tu altura. De hecho, los accesorios pueden hacer que un conjunto a priori modesto gane enteros así que sed especialmente cuidadosas en su elección.
- Sed previsoras y creativas e intentar reutilizar. Siempre es una buena idea invertir un poco más en artículos de calidad si podéis aprovecharlos para distintas celebraciones combinándolos de distintas maneras. Los outfits de dos piezas se prestan especialmente al juego del mix & match.
- En este sentido, mención aparte merece el calzado: optad por modelos de calidad, bonitos y prácticos. Estos elegantísimos peep toes rojos, estas espectaculares sandalias metalizadas con textura de serpiente o estos delicadísimos stilettos verde agua no sólo son preciosos sino fácilmente amortizables. Aunque os confieso que yo siempre me llevo unas bailarinas de repuesto. ¡Nunca sabes cuánto se puede alargar una fiesta! 😉