¿Tenéis un color favorito? Si yo tuviese que elegir un solo color me costaría mucho decidirme, pero a buen seguro que el color rojo estaría entre los finalistas. Si los colores tuviesen personalidad, creo que el rojo sería sexy, atrevido, arrollador… Incluso se dice que las personas que visten de rojo son aquellas que tienen más seguridad en sí mismas.
Para mí, el rojo tiene el poder de actuar precisamente en sentido inverso y es que cuando me encuentro un poco más tristona, cansada o insegura pruebo con un toque de rojo, en los labios o en la ropa, para levantarme la moral. ¡Os prometo que funciona!
Me encantan los vestidos y los monos rojos, aunque entiendo que no todas las personas se sienten cómodas con un total look de ese color… ¡Imposible pasar desapercibido! Lo que sí que está al alcance de cualquiera de nosotras es atrevernos con un toque de rojo en nuestro maquillaje y complementos, más ahora que el color de la pasión vuelve a destacar entre las tendencias de la temporada. Os dejo unas ideas para cuando necesitéis invocar el poder del rojo aunque, eso sí, ¡no con todo a la vez!
- En los labios. ¿Sabéis que hay una teoría llamada ‘the lipstick effect’ que demuestra que en época de crisis suben las ventas de labiales rojos? Como veis, mi teoría se confirma. Y es que, a veces, un poquito de carmín marca una gran diferencia, ¿no os parece?
- En los pies. Con calzado rojo parece que se pisa más firme y, además, es un color que pega con (casi) todo en cualquier ocasión, ya requiera de unos buenos tacones (estas sandalias de piel de Di Fontana me tienen enamorada), unas imponentes cuñas (como estas de LH by La Halle que son comodísimas) o unas sandalias planas.
- En el cuello: un pañuelo anudado levanta cualquier outfit oscuro, soso o demasiado clásico.
- En las manos: en las primeras posiciones de mi wish list esta bandolera de Fosco convertible en bolso de mano que, estoy segura, me va a dar mucho juego tanto en verano como en invierno.
- Y en la ropa interior… Estoy convencida de que atrae la suerte, ¡aunque no sea Nochevieja! 😉
Y vosotras, ¿os atrevéis con el rojo? ¡Contadme!