Todos tenemos esas zapatillas deportivas que nos encanta guardar como oro en paño. Nos gustan tanto, que hasta evitamos usarlas demasiado por si se ensucian. Con los siguientes consejos que te vamos a dar podrás disfrutar de tus bambas sin problema. Lee con atención porque te vamos a enseñar cómo lavar los playeros en la lavadora sin que se estropeen.
Lavar zapatillas deportivas en la lavadora
Lo primero que tienes que saber es que para mantener tus zapatillas deportivas como el primer día, lo menos recomendable es meterlas en la lavadora. No obstante, tenemos que reconocer que lavar tus playeros en la lavadora es el método más cómodo y más rápido. Las zapatillas deportivas es uno de los calzados que más se mancha, ya que las usamos para prácticamente todo. No importa que tus bambas sean de tela, de ante, de piel, blancos o de color. A continuación, te vamos a mostrar la manera correcta de lavar tus zapatillas en la lavadora sin que ocurra un desastre.
1. Recomendaciones del fabricante
Antes de lanzarte a la piscina, o mejor dicho a la lavadora, confirma que el fabricante de tus zapatillas deportivas aconseja el lavado a máquina. Para ello, debes revisar la información que aparece en su etiqueta, así como los símbolos que se muestran impresos en ella. Estos suelen indicar qué tipo de lavado se recomienda, así como la temperatura que deberías elegir para obtener unos buenos resultados.
2. Quitar los cordones
Lo primero que tienes que hacer es quitar los cordones de las zapatillas, ya que estos se podrían colar por el desagüe. Si quieres evitar que la lavadora se los trague, puedes meterlos en una bolsita de tela de las que se utilizan para el lavado de prendas delicadas. Ahí estarán a salvo, al tiempo que también se limpian de toda suciedad.
3. Mejor sin plantillas
Jamás metas tus zapatillas deportivas en la lavadora con las plantillas puestas. Ten en cuenta que el lavado a máquina implica movimientos bruscos que pueden hacer que se deshagan. Nuestro consejo es que laves las plantillas de tus playeros siempre a mano. También puedes usar, de vez en cuando, polvos de talco o bicarbonato sódico para “lavar» tus zapatillas por dentro. Esto acabará, sin duda, con los olores desagradables.
4. Quitar la suciedad
El siguiente paso es quitar la suciedad y el polvo de tus playeros. Especialmente, de la parte de la suela. En esta zona es donde se suele acumular barro, tierra y chicles que podrían estropear igualmente tu calzado y tu lavadora. Para ello, puedes usar un cepillo de dientes o un cepillo de uñas con agua y detergente.
5. Protege las zapatillas
La mayoría de la gente mete las zapatillas deportivas directamente en la lavadora sin protección alguna. Este es un grave error, ya que el lavado a máquina puede producir daños sobre la superficie de este tipo de calzado. Lo más recomendable en este caso es introducir tus playeros en una bolsa de malla especial para lavados a máquina. Por otro lado, y a fin de evitar que ni tus zapatillas ni la lavadora sufran daños, es importante que equilibres la carga del tambor con sábanas y toallas viejas.
6. Elegir el programa adecuado
Opta por un programa corto, en agua fría y sin centrifugado. De esta manera, tus zapatillas deportivas correrán menos riesgo de estropearse dentro de la lavadora. El agua caliente hace que los playeros se deformen y salgan con la suela despegada. Por último, opta por un detergente líquido, para que no haya problemas de disolución. No te recomendamos el uso de lejía para lavar las zapatillas deportivas, ya que solo conseguirás que se queden amarillentas.
7. Secado
Jamás metas tus playeros en la secadora ni los pongas cerca de un aparato de calor como, por ejemplo, un radiador. Es fundamental que dejes secar tus zapatillas al aire y nunca directamente al sol. Recuerda que el calor las deformaría.
Cómo lavar las zapatillas de tela
Las zapatillas de tela cogen más suciedad que las de piel, debido a que este tejido es poroso y se empapa. El proceso para lavar tus zapatillas de tela consiste en quitar los cordones y sacar las plantillas para sumergir tus playeros en agua fría y tibia. Seguidamente, has de frotarlas con un cepillo, a fin de que las manchas vayan saliendo. En el caso de que la suciedad esté demasiado incrustada, te aconsejamos que prepares una mezcla de bicarbonato sódico, agua oxigenada y vinagre. Finalmente, mete las zapatillas en la lavadora siguiendo los pasos que te hemos ido mencionando anteriormente.
Para las zapatillas blancas nuestra recomendación es que prepares una mezcla con una parte y media de detergente líquido y una de bicarbonato. Humedece las zapatillas con un paño o pulverizador y frótalas con un cepillo. Deja que la mezcla actúe durante unos minutos y acláralas con agua. Finalmente, introdúcelas en la lavadora, pero sin ningún tipo de detergente. Te quedarán como nuevas.