No hay más que una

Mi madre sabe que escribo este blog pero no lo lee (ella es más de libros de historia y de largas novelas, y la tecnología, internet y los ordenadores sólo le interesan en la medida que le permiten seguir el día a día de sus nietos…). Es por eso, qué tontería, que me da menos pudor hablaros de ella y de lo buena madre que ha sido y es para mí y para mis hermanos. Fuerte, protectora, trabajadora incansable, cariñosa… Inigualable, creo yo, aunque imagino que todos sentiréis algo parecido respecto a vuestra propia madre.

A ella le debo ser la mujer fuerte e independiente que soy hoy en día y sigue siendo mi guía y mi faro, de quién sigo aprendiendo cada día que pasa.

Y ya, ya sé lo que estáis pensando: que, precisamente, esto debería decírselo a ella en lugar de escribirlo en este rinconcito, aparcando vergüenzas y sobrentendidos. ‘No hace falta que se lo diga, ella ya lo sabe’ solemos decirnos… ¿Me equivoco?

A mí me gusta pensar que celebrar el Día de la Madre (este año cae el próximo domingo día 6) sirve, por encima de todo, para remediar estos sobrentendidos, para agradecer y transmitir esos sentimientos de cariño, agradecimiento y admiración que damos por sentado, cada uno como sepa y pueda: con palabras, con tiempo, con un detalle… Para dar un poquito a la que todo nos ha dado sin pedir nada a cambio. ¿No os parece?

Y, por cierto, si queréis hacerle un regalito a vuestra madre por su día, podéis aprovecharos de la promoción especial que ha preparado Merkal Calzados: un descuento del 20% en toda su colección de mujer con el código PARAMAMA.

¿Cómo vais a celebrar el domingo Día de la Madre? Nosotros hemos planeado una jornada familiar con madres, suegras, hermanos, cuñados, hijos y sobrinos en las que habrá más de una progenitora homenajeada. ¡Ya os contaré!

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