Aunque las tiendas donde compres tu ropa y accesorios estén cerca de tu casa, el camino que hace cada prenda hasta llegar a tus manos es mucho más largo. Empezando por la misma producción del tejido que luego se convertirá en tu prenda, la cadena de producción de la moda suele ser compleja y poco respetuosa, tanto para las personas implicadas en este proceso de producción como para el planeta. La moda sostenible es la alternativa que cada vez está más presente en nuestro entorno, para generar un consumo más responsable y ético. Sigue leyendo si tú también quieres formar parte del cambio:
¿En qué se basa y qué es la moda sostenible?
Para hablar sobre qué es la moda sostenible hay que entender primero qué es la industria de la moda hoy: según la ONU, es el segundo sector que más contamina en el mundo después del transporte aéreo. Es la responsable del 10% de la contaminación global, lo que se traduce en 1.700 millones de toneladas de CO2 emitidas por año.
Cada fase de la cadena de producción para obtener una prenda en el esquema de fast fashion, o “moda de consumo rápido”, el predominante, tiene un impacto en las personas y en el medio ambiente: los químicos para teñir una prenda, por ejemplo, son perjudiciales para los trabajadores de las fábricas y contaminan las aguas. Por otro lado, ciertos materiales, como el poliéster, tan habitual, son muy contaminantes. Y no olvidemos el traslado de la ropa desde una fábrica, que implica también un gasto energético, mucho mayor que si se produjese cerca de donde se va a comprar. Estos son solo algunos ejemplos.
Esta cadena de producción, por desgracia, no es sinónimo de mayor calidad: la ropa suele ser peor. Además, las tendencias se agotan cada vez más rápido, un proceso que las redes sociales han acelerado, llegando a crear las llamadas “micro” tendencias. Según apunta un estudio publicado en Nature Earth and Environment, la industria de la moda rápida produce casi el doble de ropa comparado con el volumen de antes del año 2000.
¿Recuerdas aquello de el ciclo sin fin que lo envuelve todo que cantaban en El rey león? En la película de Disney, se referían al ciclo de la vida; en el caso del esquema de fast fashion es un “ciclo insostenible sin fin que lo condiciona todo”.
Para contribuir al cambio, cada persona puede llevar a cabo pequeños gestos que pueden ir rompiendo poco a poco este bucle y lograr una cadena de moda más sostenible, que respete tanto el planeta como las condiciones de vida de las personas que trabajan en esta industria. Según la red Campaña Ropa Limpia, que está formada por ONGs, sindicatos y organizaciones de consumidores de diversos países, a fecha de 2019 la industria de la moda empleaba a más de 75 millones de personas, tres cuartas partes de las cuales eran mujeres, muchas de las cuales sufrían unas condiciones laborales pésimas.
“¡Menudo panorama!”: no caigas en la “ecoansiedad”
Y, sobre todo, no te agobies, no caigas en la llamada “ecoansiedad”. Según la Asociación Estadounidense de Psicología, la «ecoansiedad» es «temor crónico de un cataclismo ambiental», causado por «observar los impactos aparentemente irrevocables del cambio climático, y preocuparse por el futuro de uno mismo, de los niños y las generaciones futuras». Esto puede llegar a paralizarte, pero debes pensar en positivo y saber que cualquier acción que puedas llevar a cabo ya suma.
¿Qué materiales naturales se usan en la moda sostenible?
Para concretar el cambio hacia la moda sostenible es importante hablar de materiales naturales que eviten procesos de producción contaminantes y que, desde luego, no sean de origen animal. Un ejemplo es el cáñamo, que requiere menos gasto en comparación con el agua que implica el riego del algodón orgánico, por ejemplo. A esta lista podemos añadir el lino. En el caso de los zapatos, una alternativa natural para las suelas suele ser el yute o el corcho.
¿Cuál es el impacto de la moda sostenible?
Empezando por tu armario y por la base, por los zapatos, puedes ayudar a revertir este impacto de la industria de la moda, apostando por un calzado que esté elaborado con materiales sostenibles. Este calzado, además, suele resistir al vertiginoso ritmo de las tendencias. Así sumarás al impacto positivo de la moda sostenible.
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En el caso de Merkal, también cuenta en su catálogo con zapatos ecológicos, como las sandalias, cuyo algodón empleado para la parte textil es reciclado en un 50%. Su diseño, evocador del verano menorquín, además, no pasa moda. Y, más allá de las sandalias, también cuenta con modelos de deportivas elaboradas con lona y yute. ¿Cuál elegirás tú?
