Cuando los días gélidos y oscuros empiezan a alternar con otros días más cálidos y despejados y los rayos del sol vuelven poquito a poco a recuperar su fuerza, cual lagartija al sol no pierdo la oportunidad de salir del refugio y aprovechar para pasar las horas al aire libre.
Empezar a preparar mi armario para el buen tiempo es mi ritual personal para invocarlo y recibirlo. Y es que ya me vais conociendo: uno de mis momentos preferidos del año es cuando por fin llega el momento de despedirse del invierno. Como a este ya le queda pocos coletazos, he empezado a indagar entre las tendencias que vienen para la próxima primavera-verano y una conclusión he sacado en claro: no nos vamos a aburrir en los próximos meses:
– Los tonos lilas y lavandas prometen ser los reyes de la temporada. Eso si consiguen vencer con su cierta impopularidad… Compartirán trono con el amarillo y con el resto de los pasteles.
– En todos estos colores se verán trajes y looks monocromáticos.
– Respecto a los estampados, siguen los cuadros ¡y vuelven las flores! Lo más acertado será saberlos combinar.
– Decid adiós a los abrigos y dadle la bienvenida al trench como prenda de abrigo de temporada.
– El denim seguirá siendo el tejido estrella y, en consecuencia, encontraréis vaqueros de todos los estilos imaginados: lavados, bicolores, rasgados, rotos, deshilachados, campana, rectos… Todo menos pitillos básicos: su hora ha pasado.
– En los pies, veremos botines, salones, mules y sandalias con troquelados, prints florales, hebillas, tachuelas, pedrería, glitters, satén… Como os he dicho, ¡una temporada de lo más divertida!
¿Cuáles son vuestras tendencias favoritas para esta primavera que se acerca? ¡Contadme!
