Vacaciones para descansar… o para no parar

Aunque a los mayores nos queda todavía un poquito para coger las vacaciones, el hecho de que los niños ya hayan acabado el cole nos hace sentirlas cada vez más cerca… Y es que ya hay ganas, ¿verdad?

¿Qué plan tenéis para las vacaciones de verano? A nosotros este año nos ha pillado un poco el toro y todavía estamos en plena fase de negociación familiar. Estamos dudando entre elegir un solo destino para un viaje largo o fragmentar las vacaciones e ir a sitios distintos. ¡No nos decidimos!

No siempre es fácil cuadrar las vacaciones con las de la pareja, amigos o hijos y tampoco siempre encaja el plan soñado con el presupuesto que se puede asignar. Por eso, la decisión final suele llegar tras un tira y afloja entre lo que se quiere y lo que se puede. Por si alguna de vosotras estáis intentando dar con el balance perfecto entre tiempo, destino y dinero, os dejo las ideas que tenemos sobre la mesa:

 

Para un finde largo

Si sólo vais a poder salir de vacaciones unos días pero queréis desconectar y tenéis la suerte de contar un aeropuerto cerca, mi consejo es que voléis a una ciudad de un país cercano. ¿Por qué? Pues porque el hecho de sumergirse en cultura diferente permite cambiar el chip en el momento.

Más consejos: buscad alojamiento cerca del centro y no metáis más en vuestro equipaje de mano que dos pares de vaqueros, unas deportivas cómodas y chic y unas cuantas camisetas. Pensad que si conseguís que sobre sitio, os podréis traer algún souvenir :).

 

Para una semana

Si sólo tuviese una semana de vacaciones, mi opción perfecta sería la de hotel y playa: comer a mesa puesta, dormir a pierna suelta y descansar sobre la arena el resto de la jornada. Recargar pilas con el método del ‘dolce far niente’ es mi apuesta definitiva y la combinación de bikini + pareo + sandalias de playa mi uniforme para los 7 días de retiro.

 

Para quince días

Ahora bien, si vais a salir más de una semana y si, además, viajáis en familia, puede que dormir en hotel y comer fuera a diario se acabe por resultar demasiado caro. Por eso, para dos semanas, mi recomendación es alquilar un apartamento en una provincia que todavía no conozcáis, preferentemente también cerca del mar o de algún lago o pantano donde podáis daros un chapuzón a diario.

En dos semanas tendréis tiempo suficiente para disfrutar de la naturaleza y explorar las ciudades o los pueblos de los alrededores. Llévate un capazo grande donde te quepa todo lo necesario para pasar el día fuera. ¡Incluidos los bocatas!

 

Un mes entero

Si tenéis el privilegio de poder salir de la rutina durante un mes entero, la cosa cambia. En ese caso, merece la pena coger un avión y volar un poco más lejos. Algunos destinos, como el sudeste asiático, son muy económicos: sólo tendréis que invertir un poquito más en el billete de avión (algún día os daré algunos trucos para encontrar billetes baratos).

Si, además, tenéis espíritu aventurero, lo suyo es que viajéis con lo mínimo imprescindible, con una mochila a la espalda, ropa ligera y transpirable y unas sandalias deportivas a prueba de caminatas que os sujeten bien el pie como estas.

 

¿Con qué idea os quedáis? ¿Cuál sería vuestro plan perfecto si no tuvieseis ninguna limitación de tiempo o dinero? ¡Contadme!

 

 

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