¡Vuelta al cole con optimismo!

Cuando tras unas vacaciones memorables empezamos a vislumbrar en el horizonte nuestras rutinas y obligaciones, el cansancio y la apatía pueden hacer acto de presencia. Y si la vuelta al trabajo a los mayores se nos hace cuesta arriba durante los primeros días, no podemos olvidar que nuestros niños también necesitarán un tiempo para adaptarse. La vuelta al cole es divertida y estimulante, pero también puede asustarles un poco y provocarles cierta ansiedad y, por ello, conviene empezar un periodo de transición un par de semanas antes del pistoletazo de salida del nuevo curso. Aquí os dejo unos consejillos para conseguir que vuestros hijos vuelvan a clase con toda la motivación y energía que van a necesitar:

– Ha llegado el momento de recuperar paulatinamente los horarios de sueño y comidas. El madrugón del primer día será menos traumático si conseguimos que el cuerpo se vaya acostumbrando poco a poco.

– Para que los pequeños tomen conciencia de que las vacaciones tocan a su fin, es positivo que nos ayuden a ordenar la habitación y preparar el material escolar: los libros y las mochilas, el uniforme y los zapatos… Y un truquillo para padres: estableced un presupuesto con antelación y un orden de prioridades si queréis mantener los gastos bajo control.

– No olvidéis que la actitud de los padres es fundamental, tanto la que tenemos a la hora de incorporarnos a nuestras rutinas laborales como la que exteriorizamos con relación al colegio ya que los niños aprenden por imitación. Intentad resaltar todo lo bueno que está por venir (amigos, conocimientos, excursiones…) y evitad cualquier juicio de valoración negativo delante de ellos.

– Si vuestros hijos empiezan su andadura en un nuevo centro educativo la incertidumbre se multiplica exponencialmente. Para reducirla, es conveniente conocerlo con ellos con anterioridad y, en la medida de lo posible, acompañarles el primer día.

– Por último, durante las primeras semanas es importantísimo armarse de dosis extras de paciencia y comprensión. Si los niños están especialmente irritables o revoltosos, probablemente sea su forma de expresar sus miedos y ansiedades. Mostraos abiertos y accesibles ante cualquier duda que les pueda surgir, por pequeña que sea.

Y vuestros hijos, ¿cómo afrontan la vuelta al cole? ¿Tenéis algún consejo más para añadir a la lista? ¡Soy todo oídos!

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