No sé si es porque este año el calor ha tardado un poquillo en llegar a nuestra ciudad o porque sencillamente, el tiempo pasa verdaderamente rápido cuando te lo estás pasando bien, el caso es que a todos en casa nos da la sensación de que el verano se ha pasado demasiado rápido. ¡Ya toca volver! Los mayores a la ‘ofi’, los pequeños vuelta al cole.
Tan rápido corre el calendario que, casi sin darme cuenta, ya es el tercer año que compartimos esta etapa de vuelta al cole y a las rutinas a través de este espacio (parece mentira, ¿verdad?). Y sospecho que ya me vais conociendo: mi manera de afrontarla y la que quiero contagiar a mis hijos tiene que ver con el agradecimiento por lo que dejamos atrás y con los nuevos planes y proyectos para la etapa que comenzamos. Ya sabéis que para mí el mes de septiembre es casi más enero que el mismo enero.
Por eso, en estos días, la familia se centra en concentrarse en preparar, física y mentalmente, lo que viene para los próximos meses:
- Planificar la vuelta al cole. Os confieso que se me ha echado un poco el tiempo encima y que estoy corriendo más que en otras temporadas y de lo que me gustaría en mis últimas tardes libres para que libros, los uniformes y los zapatos, las mochilas y todo el material escolar estén listos a tiempo.
- Planificar el año de los niños. Toca elegir asignaturas y actividades extraescolares, negociar y cuadrar horarios, niños y padres.
- Planificar la diversión y los próximos viajes: con el calendario escolar colgado en la nevera empezamos a ver cómo caen los próximos puentes y las próximas vacaciones y a compartir ideas y expectativas.
Si despedís agosto con tristeza y comenzáis septiembre con una ceja levantada, confiad en mí: hacer planes y más planes os ayudará a tener ilusiones, la mejor cura contra la apatía post vacacional. ¡Ánimo y al toro!